CONFESIONES DE
UNA ADICTA AL RESCATE
Por Georgia Cameron (Traducido por Anna Archdale Palazuelos)
En la foto: Nuestras Queridas "Morena y Estrella"
Lo admito. Tengo un problema. Cuando veo a los ojos de un perro o gato con sentencia de muerte, o uno que logra llegar a mi puerta trasera buscando comida, no puedo más que involucrarme. Existe un éxtasis intrínsico que tienes cuando salvas algo que esta cerca de morir, y verlos ir hacia su nuevo hogar con gente que los ama y aprecia me hace sentir un súper héroe. No puedo imaginarme una droga que se sienta tan bien; en todos los niveles siento cosquillas con un poder como si fuera dueño del universo. Acabo de salvar una vida.
Después de varios años de estar casi en bancarrota debida a mi condición, unas pocas amigas y yo nos unimos y empezamos lo que se suponía seria una deducción fiscal y un poco de ayuda al veterinario al que le dábamos nuestros animales callejeros. Dentro de los tres años habíamos crecido a un punto mas allá de una adicción compartida - era total locura. Con solo 6 voluntarios reales y 4 casas transitorias, logramos salvar más de 220 animales en el 2009. De ese numero, mas de ¾ estaban marcados para eutanasia en los refugios municipales ya sea por falta de espacio o porque no habían pasado las pruebas de conducta. Lo que hace nuestro rescate diferente es que uno de nuestros fundadores es un entrenador de perros profesional; combinamos entrenamiento en cada aspecto de la experiencia de rescate. Nuestros perros son rehabilitados del fondo hacia arriba, y en donde una vez estuvo un chihuahua aterrado que trataba de morder ahora es un perro de familia feliz que disfruta de los abrazos de niños.
Existen varios niveles de adicción al rescate. Algunas personas revisan Craigslist; otras mandan correos electrónicos, algunos ocasionalmente albergan. Y existen los adictos totales que están lo suficientemente locos para tratar de iniciar una organización dedicada a salvar estos animales. Estas en todo un territorio nuevo cuando la gente te esta contactando directamente para salvar a un perro que vieron amarrado a una señal de alto en la calle- y realmente vas a recogerlo.
Hay mucho que aprender cuando empiezas a rescatar. Efectivamente llenando tu forma de aplicación 501 no es una cosa fácil, y encontrando formas para recabar fondos y mantenerte en un presupuesto es igual de difícil. Pelearan entre ustedes, pero al final te darás cuenta que se necesita un esfuerzo de grupo para hacer que un verdadero recate sea exitoso. No solo un individual.
Tu vida personal sufrirá. Solo una pareja compasiva entenderá cuando tienes que saltarte una cena romántica para ir a arrastrarte por el lodo, atrapando gatitos debajo de una casa abandonada que esta a punto de ser demolida. Lograras momentos de total cansancio, pero de alguna forma lograras continuar hacia delante (aunque algunas veces no siempre coherentemente).
Discutirás con aquellos que te apoyan. Algunos pensaran que eres un trabajador de milagros, otros te verán como una burócrata que hace el proceso más difícil en lo referente a los costos de adopción. Rápidamente reconocerás quienes son tus verdaderos amigos – aquellos que escucharan tus locas historias y dejan llorar en su hombro cuando tienes una crisis. También te Mandan correos electrónicos desesperados buscando casas para 5 perros destinados a morir en un día, y de alguna forma también se las arreglan para encontrar un callejero al lado de la carretera.
Tu ser exterior podrá verse mas cansado, mas mundanamente gastado, y totalmente harto. Tendrás cicatrices de mordidas, rasguños y accidentes ocasionales, y te pondrán mas que una inyección de tétano. Como un vendedor de carros usados trataras de conectar tus animales adoptables a cualquiera que conozcas. Sin embargo el mayor cambio será interno.
Tu yo interno, aquel que conoces tan íntimamente y en el que puedes confiar para actuar irracionalmente, se convierte como en un rayo y ocasionalmente en un extraño. Empezaras a sentir el poder del universo conforme se mueve através de ti, poniéndote en lugares y tiempos que no pueden ser coincidencia. Tú experimentaras milagros que te dejan sin aliento. Tú harás cosas de las que la gente sana se retira, pero tú de alguna manera abrazaras con la pasión de una persona que puede ver la diferencia que esta haciendo en el mundo.
En un corto tiempo, tú te volverás en alguien que no siente completa si nos están alternando 20 pelotas a la vez. La gente en Petsmart conocerán tu nombre y tus amigos empezaran a incluir veterinarios, oficiales de control de animales y aquellos similares. Tú amaras y odiaras a los animales que salvas. Tú caerás de rodillas en casi éxtasis cuando ese perro negro que ha estado en tu programa por casi un año te sonríe cuando sale por la puerta con sus nuevos dueños. Tu lloraras cuando el perro de abandonaron en el refugio de muerte por tener cáncer pierde la batalla, dormido en tu cama. Pero agradecerás a los poderes que son por haber participado en este viaje loco que es el rescate de animales, y te sentirás bendito por los sube y bajas que ahora marcan tu vida.
Yo soy una adicta del rescate, y estoy orgullosa de admitirlo. De hecho, es la cosa de la cual mas me enorgullezco en mi vida. Me hace entera a la vez que me despedaza por dentro. Mi yo interno nunca ha sido tan amado, al momento en que mi yo externo nunca ha tenido una casa tan tirada o tantas cicatrices. Pero salvar la vida de un animal y darle una segunda oportunidad, es el logro más importante que pueda reclamar.
Me llamo Georgia Cameron y soy la vice presidenta de un centro de rescate específico de animales sin reproducción y muerte en Denver Colorado. Lo que empezó como un arrebato se volvió en una actividad de tiempo completo y hobby. Visiten NSC Rescue para saber mas de nuestra organización y entérate como te puedes involucrar.
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